Yo estaba volviendo de aldo bonzi en el 56, muy exhausta porque pasé el día con amigas en una de esas piletas grandes. El viaje habrá durado aproximadamente una hora, pero no me molestó, fui tranquila, atenta a no quedarme dormida y despertarme en la terminal. No sé por qué, las únicas dos personas que se sentaron al lado mio, cuando había otro asiento vacío, se cambiaban. Realmente no lo sé. Y no lo entiendo.
¿Tendré olor feo? -, pensé. No, no tengo olor feo, vengo de una pileta, a lo sumo tendré olor a cloro y cara de fumada.
No me gusta que la gente haga eso, ¿Con qué necesidad te cambiás de lugar? me enerva.
Para colmo, a mitad del trayecto un pequeño niño de dios empezó a chillar, cosa que realmente no tolero. Lo mismo me pasa en super mercados, aviones, micros, locales, dónde sea.
No me gusta que la gente haga de un viaje largo, un viaje frustrante.
tu piel huele a viaje
ResponderEliminarte felicito por dos cosas:
ResponderEliminarla primera es porque sacaste ese maldito código para evitar spam.
la segunda es porque pusiste una barra entre huellas y s, eso a la vez implica que ya no tengo que firmarte sí o sí dos veces por post aunque ahora mismo lo estoy haciendo y con sumo gusto.
espero verte mañana, es loco pero extraño verte todos los días.