9.2.10

mil cosas en la cabeza

  Me dí cuenta de que soy una persona bastante exigente en algunos aspectos. Me es fácil relacionar con diferentes especies de seres humanos, pero me es difícil aceptarlos cuando no se asemejan a mi "prototipo de persona para establecer vínculo". Eso se llama intolerancia, creo. Quizás sea bastante intolerante, de todas formas, ya que puedo hacerme cargo de ello, también puedo hacer el intento de cambiarlo. Dicen que la gente no cambia, pero yo pienso que no lo hacen cuando es otra persona la que exige ese cambio.
Si uno mismo se lo propone, probablemente logre hacerlo, ya que es para satisfacción propia y no ajena. No sé, no sé, quizás esté diciendo boludeces, quizás sólo sean hipótesis que me surgen a la cabeza porque no me puedo dormir y no puedo hacer otra cosa más que pensar, pensar y pensar. O quizás sea cierto.
Vaya a saber uno.

Mientras tanto, hoy dediqué mi mañana a limpiar mi pieza -cosa que no suelo hacer-, y ahora está linda y con olor a Míster Músculo, mezclado con sahumerios de coco y tabaco. Mañana haré la valija, cosa que me encanta hacer -excepto cuando el proceso es inverso, es decir, cuando hay que deshacer la valija-, y y y y me voy, me voy, me voyyyyyyyyyyyyyy. Esto de irme lejos de todos, lejos de mis amigos, lejos de mi familia, de mi novio, lejos de la ciudad... me pone eufórica. Eufórica de felicidad. Más allá de que los vaya a extrañar, y muchísimo, siento que me va a hacer bien irme. Así será. Y a la vuelta les contaré cómo me trató la costa Argentina nuevamente; dicen que estuvo lloviendo mucho, pero a mí no me importa, todo lo contrario. Amo la lluvia, y amo los temporales en la costa. El viento grita, y la lluvia pincha. Son días ideales para tomar mate, jugar a las cartas, y dormir. Esa es una buena manera de descansar.


Demasiado por hoy,
adiós.

1 comentario:

  1. A mi tambien me encanta que llueva! :D
    Pienso que son los mejores dias para "dejarse llevar" :)

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